Con tantas series y de tantas temáticas diferentes es muy difícil escoger una serie y que sea tan grande, tan potente y tan cuidada en todo que te deje sin pegar ojo y no quieras otra cosa que no sea ver el siguiente minuto, descargar el próximo episodio, conocer que ocurrirá.
De izquierda a derecha: Gordon, Cameron y Joe.
Protagonizada por un trío bastante dinámico y curioso como un ingeniero informático (Gordon), una programadora (Cameron) y un vendedor (Joe), intentarán conseguir crear de un ordenador, algo novedoso, jamás hecho, más barato y a la vez más rápido que la competencia. Ya hemos visto este tipo de esquemas en bastantes ocasiones, el ejemplo más conocido tal vez sea Harry Potter, donde Hermione hace de inteligencia, Ron de fuerza bruta y Harry de mediador, un conductor que sabe equilibrar ambas potencias para que actúen en consonancia a las situaciones que se les presentan. Luego descubrimos con los últimos libros que Harry es en verdad un “mierdas” y no tiene nada de especial salvo un objetivo y un sueño. Y lo mismo pasa aquí, será el personaje de Joe, el vendedor quien cumpla la misión de ser Harry Potter y equilibrar a Cameron y a Gordon.
El personaje de Joe está interpretado por Lee Pace, muy conocido aquí en el Reino por ser el villano de Guardianes de la Galaxia. Sí, es él, pero sin maquillaje. Scoot McNairy hace de Gordon con un maquillaje y vestuario tan jodidamente real que solo su personaje hace que la pantalla sea tan retro como una botella de Mirinda. Este actor es bastante conocido en la industria y se le podrá ver en la próxima Batman vs Superman. Por último, Cameron es interpretada por Mackenzie Davis, conocida por participar en películas de estilo romanticón, aunque su personaje es demasiado atrevido incluso en la actualidad, encaja perfectamente en los 80 estadounidenses. Sus creadores, Christopher C. Rogers y Christopher Cantwell son poco conocidos, pero Cantwell tiene una película a sus espaldas titulada The Prototype que ya prometía bastante.
Desde el minuto uno se le pide al espectador que se ponga las pilas, esto no va a ser una mera serie de policías o de médicos. No, señores. Requiere haber tocado ciertos temas de informática, no haberse sacado la carrera, pero si conocer cositas como la BIOS, cómo funcionan las diferentes memorias y sobre todo cómo se desarrolló la pelea informática entre las diferentes compañías, siendo Apple y Microsoft las grandes ganadoras. Halt and catch fire es un producto mimado, han prestado mucho detalle a la documentación y eso puede hacer que el espectador medio español pueda perderse con cosas como Zork (aparece en un capítulo de Big Bang), las Cabbage Patch Kids o el GUI de Macintosh.
No se cortan ni un pelo, citan sus fuentes, te muestran sus inspiraciones, sus musas. Steve Jobs, Steve Wozniak, Ada Lovelace y Bill Gates están presentes en muchos momentos sin ni siquiera aparecer. Son mencionados pero nunca representados, salvo sus creaciones. Uno ya sabe lo que va a pasar al final, se puede hacer una idea, pero espera que Halt and catch fire sea diferente. Tal vez muchos espectadores se sientan decepcionados porque no salen más allá de la historia o porque no se crea nada imposible. Ahí reside la dificultad del producto televisivo, crear una historia paralela pero que cuadre a la perfección en la historia que todos hemos estudiado. Nada existe, pero si hubiera existido, sería así.
Y no es copiar ideas. Desde el primer capítulo hasta el último se habla de copiar ideas, de reproducir, de no ser originales. Si bien Macintosh fue una gran innovación, su software GUI fue comprado a Xerox, no era suyo, simplemente lo mejoraron. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que las ideas innovadoras se basan en otras ideas, en unos contextos y en otras posibilidades y es imprescindible saber cómo y cuándo aprovecharlas.
Asistimos así a la creación de un proyecto, de una idea. Un ser frankestiniano que cobra vida como un personaje más donde son los creadores quienes le dan las limitaciones que ellos crean convenientes. Es cuanto menos inspirador ver cómo transcurre la serie sin que los personajes en su mayoría se den cuenta de que forman parte de algo superior a ellos. Desde el futuro los miramos esperando ver nuestro presente y alegrarnos, ser innovadores. Pero cada ser humano tiene sus debilidades y sus miedos y por mucho que uno lo piense, el final de la temporada, puede resultar incluso demasiado imaginativo al ver que los personajes siguen en pie, mirando al frente y enfrentándose a todo tipo de adversarios. Debemos decirnos a nosotros mismos, si ellos pueden, yo también.
La banda sonora no solo nos transporta al inicio de la década sino que además la mejora ampliándola con nuevas versiones ochenteras que dotan a la extraordinaria maquinaria cinematográfica que estamos viendo de un toque más único y personal. No es como en productos más conocidos como Drive donde se explotan los tópicos y la historia llega donde no llega la novela quedándose corta y aburrida. Halt and catch fire pretende inspirar las mismas emociones que La Red Social. Sal ahí afuera y monta tu empresa, cree en ti mismo y en tu equipo, eres más grande de lo que piensas. Cómprate una Raspberry Pi, un Arduino o un Odroid y comienza automatizando tu casa. Ponte los cascos, piensa en computación, pulsa en el siguiente video y cierra los ojos. Así es Halt and Catch Fire, así de rápido, único y potente.
El reino del exceso 